
¿Qué tan cerca están los científicos de producir sangre artificial?
La sangre transporta oxígeno por todo el cuerpo y elimina los desechos, entre muchas otras funciones fundamentales.
En el primer ensayo clínico de 2022 se utilizó sangre cultivada en laboratorio en humanos, en particular en pacientes con grupos sanguíneos poco comunes.
Los científicos también están trabajando para desarrollar sangre sintética como parte de los esfuerzos por apoyar la medicina de emergencia, la cirugía y las transfusiones.
La sangre artificial es un término amplio que incluye tanto la sangre cultivada en laboratorio como la sintética.
La sangre sintética, que todavía se está estudiando, es un sustituto completamente artificial y no contiene células humanas. Estas moléculas diseñadas imitan la función de las células sanguíneas al transportar oxígeno. Está diseñada principalmente para uso de emergencia o medicina militar, donde se necesita un suministro inmediato de oxígeno pero es difícil encontrar el tipo de sangre adecuado.
Por ejemplo, el ejército de los Estados Unidos ha invertido 46 millones de dólares en el desarrollo de ErythroMer, un sustituto de sangre sintético diseñado para ser universalmente compatible y estable sin refrigeración. Este producto todavía se está investigando y probando para establecer su seguridad y eficacia.
Por otro lado, la sangre cultivada en laboratorio se crea cultivando glóbulos rojos humanos en un entorno controlado fuera del cuerpo.
Una vez disponibles, las células sanguíneas cultivadas en laboratorio podrían hacer más efectivo el tratamiento de ciertos casos médicos, dijo Cedric Ghevaert, profesor de medicina transfusional en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido. Por ejemplo, las plaquetas cultivadas en laboratorio pueden ser mejores para detener el sangrado en pacientes con traumatismos en comparación con las administradas a pacientes con leucemia, que reciben plaquetas para prevenir el sangrado en lugar de detener el sangrado activo.
Este proceso comienza con las células madre, que son células especiales que pueden convertirse en diferentes tipos de células en el cuerpo. Incluyen glóbulos rojos, plaquetas (que ayudan a la coagulación de la sangre) o incluso células de la piel, dependiendo de dónde se encuentren las células madre y cómo se estimulen.
Los científicos utilizan un tipo específico de célula llamada células madre hematopoyéticas, que producen todos los tipos de células sanguíneas, incluidos los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las plaquetas. Se encuentran en la médula ósea (el tejido blando dentro de los huesos) o en la sangre de un donante.
Para convertir estas células madre en glóbulos rojos, se colocan en un laboratorio y se exponen a factores de crecimiento, sustancias naturales que ayudan a que las células se desarrollen.
A lo largo de varias semanas, las células madre se transforman gradualmente en glóbulos rojos maduros y funcionan igual que los naturales.
Ghevaert explicó que los científicos pueden “editar genéticamente” las células madre para aumentar la producción de sangre y eliminar los marcadores del grupo sanguíneo. Esto podría permitirles crear sangre que se pueda administrar a cualquier persona, sin necesidad de que coincida con un tipo de sangre específico.