Como ha hecho con otras agencias gubernamentales, la administración Trump está actuando con rapidez para hacer valer su visión en la Voz de América. Mientras lo hace, una pregunta flota en el aire: ¿La misión periodística de la organización de noticias, que se remonta a la Segunda Guerra Mundial, va a sufrir algunos cambios fundamentales?

La semana pasada, la VOA colocó al veterano periodista radicado en Estados Unidos Steve Herman en una ausencia prolongada para investigar sus actividades en las redes sociales, y decidió reasignar a la jefa de la oficina de la Casa Blanca, Patsy Widakuswara, quien había sido disciplinada durante la primera administración Trump.

La elegida del presidente Donald Trump para dirigir la VOA, la candidata fallida a gobernadora de Arizona Kari Lake, se unió a la organización como asesora especial mientras esperaba la aprobación necesaria para asumir el cargo.

La Voz de América transmite noticias en audio y en línea sobre los Estados Unidos a todo el mundo, generalmente en los idiomas nativos de los países donde opera. Al nacer, la Voz de América contaba historias sobre la democracia a la gente de la Alemania nazi.

La carta exige independencia editorial
La carta de la agencia exige que sus periodistas ofrezcan noticias e información independientes y no sean portavoces del gobierno. Los conservadores a menudo se han irritado por eso; el secretario de Estado saliente, Mike Pompeo, dijo a los empleados de la agencia en 2021 que a menudo sonaban como “el vicio de Estados Unidos” y que no deberían tener miedo de ensalzar la grandeza del país.

Trump también ha sido crítico. Dijo en las redes sociales que el nombramiento de Lake ayudará a “garantizar que los valores estadounidenses de libertad y libertad se transmitan por todo el mundo de manera JUSTA y PRECISA, a diferencia de las mentiras difundidas por los medios de noticias falsas”.

El multimillonario Elon Musk, que lidera los esfuerzos de eficiencia gubernamental de Trump, no tiene ningún uso para la organización. Publicó en X el 9 de febrero para “cerrarla”. Musk escribió que “ya nadie los escucha” y que son “solo locos de izquierda radical que hablan consigo mismos mientras queman” el dinero de los contribuyentes.

En enero, el presidente nombró a L. Brent Bozell, fundador del centro de control conservador Media Research Center, para dirigir la Agencia de los Estados Unidos para los Medios Globales, que supervisa la Voz de América y medios hermanos como Radio Free Europe/Radio Liberty y Radio Free Asia. El nombramiento requiere la aprobación del Senado.

Herman tuvo problemas con la dirección de la VOA a principios de febrero por lo que podría considerarse un acto típico de un periodista: tuitear un enlace a los comentarios de un activista crítico de los esfuerzos de la administración para desmantelar USAID. Un funcionario de la administración Trump, Richard Grenell, calificó eso de “traición” y dijo que Herman debería ser despedido.

El viernes pasado, Herman recibió una carta que lo suspendía efectivamente con goce de sueldo. La acción está pendiente de una investigación “sobre si su actividad en las redes sociales ha socavado la percepción de la audiencia de la VOA sobre la objetividad y/o credibilidad de la VOA y su operación de noticias”, según la carta, obtenida por The Associated Press.

La VOA “cree que su presencia continua en el lugar de trabajo puede poner en peligro los intereses legítimos del gobierno de Estados Unidos”, dice la carta, firmada por John Featherly, subdirector interino de la dirección de programación.

Un representante de la Agencia de Medios Globales de Estados Unidos dijo el martes que no habla de asuntos de personal.

Los directivos de la VOA informaron a los periodistas allí el lunes sobre la asignación de Widakuswara, sin aclarar por qué se estaba haciendo o qué haría en el futuro. Como reportera de la Casa Blanca en 2021, fue degradada por gritarle preguntas a Pompeo después de su aparición en la agencia, incluida una que hacía referencia al motín del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos. Sin embargo, eso resultó ser efímero, ya que el expresidente Joe Biden destituyó a la dirección de la agencia al día siguiente de su investidura.

Sin embargo, a raíz de su degradación hace cuatro años, docenas de colegas de Widakuswara firmaron una carta de protesta por su trato, y existe cierta preocupación de que la acción pueda convertirlos en blancos de ataque cuando regresen los leales a Trump, según un empleado que habló bajo condición de anonimato por temor a represalias.