Cuando Vattenfall decidió desmantelar uno de sus primeros grandes parques eólicos, Irene Vorrink en los Países Bajos, alrededor de 2020, los desafíos eran muchos. Además de la cantidad de residuos, la empresa acababa de adoptar una nueva estrategia que implicaba que las palas del rotor no podían ser arrojadas al vertedero.

Dicho esto, la empresa comenzó a buscar soluciones alternativas, lo que llevó a una asociación con la empresa de reciclaje noruega Gjenkraft. Lo que comenzó como uno de los primeros proyectos piloto de Vattenfall en circularidad y energía eólica ha producido hoy un resultado muy concreto en forma de esquís.

Uno de los materiales utilizados en la fabricación de los esquís, producidos por EVI Ski, es fibra de carbono reciclada de palas del rotor y suministrada por Gjenkraft.

Durante la Dutch Design Week 2024, Vattenfall mostró cómo una góndola de un aerogenerador se puede transformar en una casa. La casa tiene un tamaño de 35 metros cuadrados y, como la góndola está hecha de un compuesto de fibra de vidrio, es ligera e impermeable.

El proyecto es un ejemplo de cómo se pueden reutilizar los componentes de la turbina eólica, reduciendo la necesidad de procesos de reciclaje que consumen mucha energía.

Aunque la casa todavía parece una góndola por fuera, se ha decorado y se han realizado adaptaciones interiores para que funcione como vivienda. Por ejemplo, está equipada con una bomba de calor, paneles solares y amueblada con muebles y materiales de segunda mano.