La presidencia desestima reclamos nuevos sobre el supuesto caso de drogas de Tinubu, dice que no hay nuevas revelaciones
La presidencia ha desestimado el fallo reciente de un tribunal de los Estados Unidos que ordenó la liberación de registros sobre la supuesta participación del presidente Bola Tinubu en un caso de tráfico de drogas de décadas, insistiendo en que no se esperan nuevas revelaciones.
En un comunicado el domingo, el asistente presidencial, Bayo Onanuga, dijo que los documentos ordenados por la Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos (FBI) y la Administración de Control de Drogas (DEA) han estado en el dominio público durante más de 30 años y no contienen una acusación contra Tinubu.
El fallo, entregado el 8 de abril por el juez Beryl Howell del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia, dirigió al FBI y la DEA que busquen y procese registros no exentos relacionados con Tinubu, en línea con la Ley de Libertad de Información (FOIA).
La acción judicial siguió a una demanda presentada por Aaron Greenspan, un activista legal estadounidense y fundador de la plataforma de transparencia, Plainsite, que había presentado 12 solicitudes de FOIA a seis agencias federales estadounidenses para registros en un anillo de tráfico de heroína con sede en Chicago que operaba a principios de la década de 1990.
Entre los que figuran para la investigación en las solicitudes de FOIA se encontraba el presidente Tinubu.
Sin embargo, Onanuga sostuvo que la atención renovada en el caso es injustificada, enfatizando que tanto los registros del FBI como la DEA no implican al líder nigeriano.
“Nuestra respuesta es la siguiente: no hay nada nuevo que revelarse”, dijo Onanuga. “El informe del agente Moss del FBI y el informe de la DEA han estado en el espacio público durante más de 30 años. Los informes no acusaron al líder nigeriano. Los abogados están examinando el fallo”.
La declaración se produce en medio de un renovado interés público en los tratos pasados de Tinubu en los Estados Unidos, así como las discusiones políticas que rodean la transparencia e integridad de los titulares de cargos públicos.
Mientras que las agencias estadounidenses ahora están obligadas por el tribunal a divulgar los registros solicitados, la presidencia insiste en que la medida no producirá ningún hallazgo dañino.
Los analistas legales dicen que la orden del tribunal no implica culpa, sino que se alinea con los requisitos de procedimiento bajo la FOIA, que exige a las agencias federales estadounidenses a proporcionar acceso a ciertos documentos públicos a pedido.
El desarrollo ha provocado reacciones mixtas en el panorama político de Nigeria, con voces de la oposición que exigen una divulgación total y claridad, mientras que el gobierno continúa manteniendo que no hay irregularidades.