Una presencia antigua e innegable

Éramos un puñado de actores que alimentaban el espacio. Estábamos Hamlet, pero al mismo tiempo deelia o Gertrudis, así como un Gaucho, un sindicalista o el mismo Eva. Era The Theatre-Study the Crow, y nosotros, los cuerpos entrenando bajo la atenta mirada de
Pompeyo Audivert.
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Así, entre las banderas de Shakespeare, los mapas desvencijados y las palabras rotas que cargaban sentidos peculiares e insospechados surgen el germen de patagones de la aldea. Por lo tanto, durante una improvisación donde se pueden encontrar y derretirse los territorios más diferentes en las situaciones más inesperadas, se desencadena la idea fundadora de nuestro espectáculo: combine las energías de los personajes de Shakesperian con nuestras tradiciones nacionales. Una aldea que es aldea pero, al mismo tiempo, un extranjero que llega a la única escuela de vida en el último rincón de la Patagonia.
Hace años trabajo como maestro en escuelas secundarias en la provincia de Buenos Aires y vivo día a día con los nuevos enfoques pedagógicos que intentan ser implementados y los vestigios de una tradición escolar del siglo XIX que todavía flota en el aire. Se evidencia una tensión entre dos polacos donde la lucha entre las reformulaciones necesarias y los rituales heredados que solo conservan su forma, pero mienten el contenido. Por lo tanto, tal vez persiguiendo algún impulso catártico, tomé la iniciativa como director y dramaturgo y propuse a aquellos actores que alimentaron el espacio del teatro de un semental, que comenzaron a crear con sus cuerpos el mundo inquietante de una escuela anhilada, estancada en un tiempo indefinido, pero arcaico.
Así comenzó la primera instancia de este proceso de creación en un viaje de ida y vuelta entre la escritura y la investigación escénica, donde ambos tránsitos se alimentaron en enriquecimiento constante. Luego estaba tomando improvisaciones para desarrollarlas, organizándolas en palabras de escritura, dejando que las frases de Shakesperian se combinaran tanto con los mandamientos patrióticos de los manuales escolares como con las viejas canciones chamánicas.
Así fue creado nuestro nuevo universo. Una escuela donde el extranjero debe lidiar con las alecciones en el conocimiento, las costumbres y la cultura nacional, pero, además, una escuela que vive cruzada por el espíritu del original, el ancestral y los circundantes por los colonizadores.
Tomando la aldea de William Shakespeare como guía, como emblema, como una excusa que desencadena un mundo poético, nos sentimos habilitados para crear otro en el que estén presentes nuestras tradiciones escolares más antiguas, con sus rituales y descomposiciones que aún impregnan la realidad aulic actual. El tratamiento hacia el diferente, el diferente, el que no encaja y al que es necesario “normalizar”. Está presente el fantasma no redimido de la colonización europea y las paradojas que pretendía que la construcción de la “identidad nacional”, una nacionalidad construida con tradiciones trasplantadas a la parte posterior de la tierra y regada por sangre primaria. Debido a que el espectro más atavista también está presente, esa presencia que supera la superficie: la de los pueblos originales, los antepasados que habitaban los paisajes patagónos donde se encuentra la acción. Una presencia antigua e innegable que se escabulle a través de las grietas más triviales y las más profundas. Hoy, en un momento en que la diversidad parece nueva e increíblemente cuestionada, el teatro, como todo el arte, debería pinchar la pregunta, invitar a la reflexión, movilizar a las conciencias para incitar el debate sobre lo que vibra en nosotros y no podemos silenciar.
Nuestro trabajo no tiene la intención de traer ninguna respuesta, sino que intenta poner a la luz algunos de los aspectos más grotescos de nuestra idiosincrasia. Aquellos que nos acechan una y otra vez y que, en los momentos en que vivimos, amenazan inexplicablemente con resurgir sin escrúpulos.
*Director y autor de Patagones Hamlet. El trabajo se puede ver los sábados a las 20.30 en el complejo de teatro.