Tecnologías médicas seguras, farmacéuticas y prepagas

En una publicación sobre la página del Ministerio de Salud de la Nación, se informó un decreto para la Agencia Nacional de Creación para el Financiamiento de Tecnologías Sanitarias (ANEFITS) hace varios días, una necesidad importante nunca hasta hoy cumplió.
Entre sus objetivos lógicos, el nuevo organismo debería, según sus autores, evaluar con “rigor científico” que las tecnologías médicas son seguras, efectivas y efectivas, y qué beneficios pueden generar antes de que comience el proceso de registro para la comercialización.
Se propone trabajar articulado y complementario a ANMAT y ser responsable de determinar la oportunidad, el modo y el uso apropiado de una tecnología, y la documentación, mecanismos, tarifas y criterios de priorización necesarios en los procesos de evaluación.
Estos no les gustan los autoritarios
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Aunque el beneficio clínico debe ser un elemento clave en la evaluación, también se consideraría los criterios de calidad, eficiencia, seguridad, eficiencia, equidad, valuación ética, médica, económica y social para determinar el costo-beneficio de la incorporación de todas las nuevas tecnologías.
Todos estos criterios son absolutamente relevantes y tal vez deberíamos preguntarnos si no sería más productivo, que los equipos técnicos de ANMAT sean integrados hoy responsables de controlar la seguridad y los beneficios clínicos (los otros criterios ausentes sin previo aviso), a esta nueva agencia para que puedan llevar a cabo opiniones conjuntas y absolutas y absolutas.
La imparcialidad debe priorizarse, concursos con perfiles técnicos y prestigio, de que la evidencia es científica y de acuerdo con los estándares internacionales y algún tratamiento de la consiguiente desigualdad “
El Instituto Nacional de Excelencia de Salud y Atención (NICE) de Great sería un modelo lógico para definir qué tecnologías médicas deberían ser autorizadas o no controladas posteriormente (manteniendo una trazabilidad en su uso) y eventualmente financiadas o no y por quién.
Tecnologías médicas seguras: debate incompatible
Hubo debates en las redes y la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados llamados para abordar el tema. Si bien algunas presentaciones indicaron problemas precisos, otras traen frases interesantes de Hipólito yrigoyen, evidenciando “miserabilidades patéticas” que luchan por acomodaciones y beneficios, aunque en conclusión no se logró no se logró “efectividad de conducción”.
Entre algunas recomendaciones positivas sugeridas, vale la pena destacar: imparcialidad, concursos con perfiles técnicos y prestigio, priorizando que la evidencia es científica y de acuerdo con los estándares internacionales y algún tratamiento de la consiguiente desigualdad.
De los segundos, que sus decisiones no son vinculantes (anulando la función para la cual son convocados), tratar este problema junto con muchos otros (perderlo en un mar de problemas), reafirmar la lógica del aumento de la salud, reunir nuevos fondos de financiación, garantizar más trabajo para consultores y lobos (no expresados de esa manera, pero implícitos en algunas propuestas), etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc.
En Argentina, la industria farmacéutica y los prepagos son los que han aprovechado la desregulación, con aumentos de precios que duplican e incluso la inflación triple “
Lo que no es una presentación que hacer es describir técnicamente el problema: es decir, “el conflicto entre dos poderosas industrias de rentabilidad de maximización de extrema, que adoptan estrategias que afectan negativamente a una en la otra y ambas partes interesadas principales … las personas”.
En el caso de los Estados Unidos, estos problemas se reflejan muy claramente, los laboratorios farmacéuticos e incluso miles de millones en multas y compensación debido a la comercialización de medicamentos que afectan seriamente la salud y al promover entre los profesionales de la prescripción, el uso de medicamentos con indicaciones que no están específicamente autorizadas por la FDA.
En el caso de prepago (HMO), parece conducir a las resoluciones de Lejano Oeste con el asesinato del CEO de United Healthcare en diciembre pasado y el uso de balas con “retraso”, “negar” y “deja” las inscripciones, las principales estrategias mencionadas en críticas por los rechazos de esa compañía a la reclamación de cobertura.
Nuevos riesgos y desastres para la salud
En el caso argentino, ambas industrias (productos farmacéuticos y prepagos) son las que más han aprovechado la desregulación, con aumentos de precios que duplican e incluso triple inflación.
Una visión estrictamente técnica
La “conjetura” o doctrina de Milton Friedman (1970), postula lógicamente que la responsabilidad social de una empresa es aumentar sus beneficios. Esto implica maximizar la rentabilidad para los accionistas, pero al mismo tiempo respetar los estándares éticos y legales. Friedman enfatizó esta necesidad imperativa de estándares éticos y legales rígidos, incluida la competencia justa, sin engaño o fraude.
La ‘maximización de la paradoja de los beneficios establece que, aunque maximizar los beneficios es un objetivo comercial común, no siempre es el enfoque más sostenible o ético “” “
Una versión de la “paradoja de la maximización de los beneficios”: establece que, aunque maximizar los beneficios es un objetivo comercial común, no siempre es el enfoque más sostenible o ético.
Por ejemplo, centrarse solo en los beneficios a corto plazo (como industrias farmacéuticas y también un seguro de salud privado) puede generar problemas irresolubles a largo plazo, como el deterioro de la reputación, la pérdida de fidelidad o la desaparición total de sus clientes.
Como explicamos en otras ocasiones, en este entorno particular, el poder real de la “mano invisible” desaparece, la extrema asimetría de información, incertidumbre y comportamientos de industrias tan poderosas en lucha para maximizar sus ganancias, deja a las personas totalmente desprotegidas.
Sin estándares éticos y legales estrictos, este sector no puede y debería funcionar, por lo que se establecen y establecen en sistemas de salud eficientes y funcionales, instituciones como Niza y ahora con la generalización de la “regulación sobre la evaluación de las tecnologías de salud (RET)”, que ya han comenzado a gobernar en la UE desde el 12 de enero de 2025.
Transcribimos algunos de sus criterios fundamentales: “… para lograr el alto grado de protección de la salud … Las políticas de salud deben garantizar el beneficio de todos … La evaluación de las tecnologías de salud (ETS) es un proceso científico basado en datos contrastados que permite … determinar la efectividad de las tecnologías existentes o nuevas de salud. Los STD se enfocan específicamente en el valor agregado de una tecnología sanitaria en comparación con otras tecnologías existentes o nuevas”.
Por lo tanto, recomendaríamos una aceptación muy limitada y una sospecha especial de estudios farmacológicos que enfatizan el contraste solo contra los “placebos”, que no es en contra de la nada, para justificar la incorporación de nuevas tecnologías.
La acción del poder judicial
Para responder a esta improtección histórica del ciudadano a pie, el poder judicial ha tenido que intervenir en algo que corresponde a él (aplicar justicia), pero para lo cual no está preparado adecuadamente. El ANMAT no proporciona la información requerida (efectos comparativos o costo/ efectividad/ beneficio/ utilidad); Los jueces deben recurrir a expertos y cimientos de miembros de la familia, muchos de los cuales, dada su condición o actividad, carecen de la independencia objetiva requerida para esta tarea.
Esta es una nueva oportunidad para hacer las cosas bien en un área donde nunca se hizo, la convicción de que la educación y la salud son los principales generadores de capital humano, el interés del individuo debe prevalecer sobre algunos intereses sectoriales inadecuados.