Márquez y Asociados enfrenta cuatro frentes: quiebras, juicios civiles, denuncias penales y reclamos de trabajo

La situación de Márquez y los asociados en el nivel judicial es cada vez más complicada. En las veinte denuncias penales que se han procesado desde el viernes pasado en la oficina del fiscal de crímenes complejos de Enrique Gavier, hay 92 acciones civiles, dos órdenes de bancarrota y reclamos laborales que, por el momento, no han alcanzado la jurisdicción del trabajo, pero podrían hacerlo en los próximos días.
Ninguno de los números mencionados está cerrado, se pueden agregar más personas que reclaman por sus inversiones, lo que aporta una gran complejidad a la empresa. Perfil Córdoba trató de contactar al abogado de la compañía, Gonzalo Arrieta, pero no respondió a los mensajes.
La empresa está registrada como una corporación. Es un nombre difícil de pronunciar y escribir. Mrqzpabar Devellos S se constituyó el 5 de marzo de 2014, como se indica en la Gaceta Oficial. Está compuesto por dos socios: Juan Pablo Márquez y Ariel Hernán Márquez, ambos de la profesión “comerciante”.
La oficina registrada declarada pertenece a Villa Warcalde, mientras que la sede se encuentra en Lino Spilimbergo 3505.
Jurisdicción civil. De todos los frentes judiciales que deben enfrentarse en la ciudad de Córdoba, el primero que abrió fue el civil. La demanda inicial de incumplimiento contractual se presentó el 3 de abril de 2023. Ese año hubo 10 en total, durante 2024 56 acumulados y en el año actual 26. Están 92 en total.
Tipología de casas. Se ofreció a los clientes a pagar cuotas por un año y a partir de ahí se lanzó el trabajo del trabajo. Algunos nunca comenzaron.
Jurisdicción criminal. Lo que más hizo en los últimos meses son las afirmaciones de los clientes que fueron expuestos públicamente, a través de diferentes medios. Varios de ellos ya presentaron denuncias penales. Por Raffle, el Fiscal General los acumuló en la oficina del fiscal de crímenes complejos de Enrique Gavier. Como hay antiguos pedistas abiertos en el interior, el fiscal decidirá si acumularlos o continuar siendo procesado en los lugares donde se encuentran. Un demandante se comunicó con este medio totalmente decepcionado porque hace cinco años presentó una queja y permanece atraído.
Quiebra. Pero, además de las demandas civiles y penales, hubo dos órdenes de bancarrota. Uno apareció en febrero de este año y el otro, el 7 de marzo pasado. El abogado que patrocina a tres acreedores que reclaman el dinero invertido en Márquez y Asociado es Pablo Sebastián Sánchez. Representa a tres inversores que compraron propiedades que nunca fueron construidas. Cuatro años de promesas y no pasaron concreción. Por conexión, ambos se procesan en el Tribunal de Bancarrota No. 8. Son secretos, debido a la bancarrota solicitada y aún no fue decretado. Están en proceso.
Reclamos de trabajo. La enorme preocupación de los trabajadores de la compañía se agregó a los frentes judiciales. Hasta el viernes 28 de marzo, no cobraron sus salarios del mes de febrero. Mientras que en otras ocasiones sufrieron retrasos en los pagos, esta vez el contexto de incertidumbre es mayor.
Uno de los abogados laborales consultados es Eduardo Carlos Ordóñez, quien solo mencionó que se están analizando posibles enfoques y carreteras para el reclamo salarial.
A medida que ocurrió, la compañía tiene una planta de 400 trabajadores. Un grupo es administrativo y es contratado a través del acuerdo de comercio y otro grupo, tal vez el más grande, se agrega a la UOCRA porque son los operadores de los trabajos de construcción. Se cargan en blanco y a otros en negro, como en muchas actividades.
Además, hay una red de proveedores que reciben comisiones de acuerdo con las operaciones que especifican. El problema será analizado por la justicia porque, si se verifica la ilegalidad, alguna responsabilidad también podría encajar.
Ariel Márquez. Es uno de los socios. En una entrevista negó las violaciones y dijo que solo había retrasos.
¿Un sistema Ponzi?
Un ex trabajador que estaba vinculado a la compañía hace años, dijo que los hermanos Márquez se dedicaron al comercio de automóviles y motocicletas y luego al artículo inmobiliario. “Capturaron fondos, trabajaron el dinero y cubrieron los compromisos más cercanos”, sintetizó señalando que se parece a un “sistema Ponzi”.
También dijo que contrataron un estudio legal para hacer “cumplimiento” como una forma de demostrar solvencia, seriedad y estricto cumplimiento del marco legal.
Una encuesta simple a través de Google le permite ver una serie de anuncios con notas en los medios de Córdoba Capital y el interior, como una forma de capturar a los clientes.
Los inversores fueron seducidos, entre otros temas, por el precio. Ofrecieron la construcción de viviendas a cantidades significativamente más bajas que las del mercado o tenían otras empresas de construcción. Tuvieron que cumplir con ciertas pautas del contrato y llegaron los requisitos de la empresa, lo que causó los retrasos al comienzo del trabajo.
En una entrevista con un punto a punto, Ariel Márquez, uno de los socios, descartó el cuajo que era un sistema Ponzi. Narró los inconvenientes de la pandemia del coronavirus (2020) y reconoció “retrasos, no violaciones”.
Caso de Márquez & Asociados: de la compañía reconocen demoras y se aseguran de que sus pagos “sean bastante buenos”
Explicó que inventaron el sistema de ‘contribuciones claras’, que consiste en pagos durante un año para comenzar, solo allí, los procedimientos de calificación y luego la construcción de las casas. En esa nota, Márquez estimó que, según los medidores cuadrados de la casa, el trabajo puede durar entre nueve meses y un año y que algunas casas se realizaron “en tres meses”.
Según la información proporcionada por la presunta afectada al perfil de Córdoba, el dispositivo del dispositivo alcanza cuatro años, por lo que varios decidieron presentar sus demandas y quejas.
La compañía está en Córdoba y otras provincias. Según la nota otorgada por Márquez, en enero pasado, entregaron 3,755 casas en todo el país y en ese momento tenían 800 en construcción, algunos ejecutaron al 40% y otras al 70% del total.