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Los derechos humanos no son de izquierda ni correcta: son de todos

Este 24 de marzo, una vez más, las calles de Argentina estaban llenas de vida. Más de un millón de personas marcharon por todo el país para recordar el “Día Nacional de la Memoria de la Verdad y la Justicia” y reafirmar el compromiso con esos valores. En este 2025, cuando algunos intentan relativizar el horror y reescribir la historia, es más necesario que nunca decirlo claramente: los derechos humanos no son de izquierda o correcta, todos lo son.

Los números no mienten. Desde el regreso de la democracia, la justicia argentina ha investigado y demostrado en más de 300 sentencias que había un plan sistemático de desaparición forzada. Más de 1.200 represores fueron condenados por crímenes contra la humanidad y otros 500 procesados. Incluso hoy, 40 años después, seguimos encontrando evidencia, testimonios y documentos que confirman el horror. En los últimos meses, a pesar del desmantelamiento de las organizaciones de derechos humanos, las abuelas de Plaza de Mayo encontraron a los nietos 138 y 139. Cada restitución es una portada en los periódicos del mundo porque muestra que la pelea continúa, que no hay una historia posible para borrar la verdad.

¿Las figuras de horror eran 30,000?

Un informe estadounidense, publicado por Clarín y La Nacia en 2006, dijo que en 1978 ya faltaban 22,000. Este número surge de la información proporcionada por el Batallón 601 del Ejército a los agentes de inteligencia que operan en Argentina como parte del Plan Cóndor. El periodista John Dinges lo ratificó en los años del cóndor, donde reconstruye la coordinación represiva de las dictaduras del cono del sur.

Estos no les gustan los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Es por eso que molesta a quienes creen que son los dueños de la verdad.

Otro documento del Departamento de Estado de los Estados Unidos indica que en 1979 el entonces consejero político de su embajada en Buenos Aires, Tex Harris, recaudó a Washington un récord de 13,500 casos de desaparición. La cifra continúa creciendo cuando se incorporan otros archivos desclasificados y documentos oficiales.

“La historia debe ser dirigida por la ética. Si no, no hay futuro”

Todos estos datos reflejan lo que sucedió hasta 1978 y corresponde exclusivamente al Ejército. No incluyen las desapariciones cometidas por la Marina o la Fuerza Aérea, ni cubren los 2,795 días que duró la dictadura. En ese contexto, la cifra de 8.753 desaparecidas lanzada por el presidente Javier Milei en el debate de 2023 carece de medios de vida.

2,795 días se iniciaron la dictadura el 24 de marzo de 1976 y terminó el 10 de diciembre de 1983. Los datos de los Estados Unidos y los periódicos La Nacia y Clarín solo cubren los primeros 800 días de dictadura. Todavía había 1.995 días para alcanzar la suposición de Raúl Alfonsín. Ambos 22,000 desaparecidos que Clarín dice del informe del Archivo de Seguridad Nacional Americana y los otros números proporcionados por el periodista Alconada Mon en la nación vinculado al Batallón 601 de Inteligencia y el Diplomático Ted Harris, difieren con respecto al número de 8.753 desaparecidos lanzados por el presidente Javier Milei en el debate presidencial de Santiago Delero, que cubre los siete años de diciembre de diccionario.

En 1978, en plena euforia de la Copa Mundial, el presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, envió al diplomático David Newsom a “advertir a Videla que solo plantearía sanciones económicas si revelara el destino de los desaparecidos, liberó a los detenidos sin procesar y permitió la inspección de la Comisión Inter -Americana sobre los derechos humanos (ICHR)”. El IACHR llegó en 1979 y su informe fue devastador. Expuso internacionalmente lo que la dictadura intentó esconderse e impulsó las quejas de las víctimas.

Debemos la verdad histórica. Como dijo Jorge Luis Borges cuando se enteró de los crímenes del terrorismo estatal: “Siento que he salido del infierno”. En 1980, el Comité Nobel le dio a Adolfo Pérez Esquivel el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra la dictadura. Y en 2023, la UNESCO declaró el antiguo sitio del Patrimonio Mundial, colocándolo en la misma categoría que Auschwitz, Robben Island y Hiroshima.

La memoria completa es saber dónde están

Aquellos que hablan de “memoria completa” no buscan la verdad: buscan instalar esta teoría para diluir las responsabilidades. Pero el recuerdo realmente estará completo el día en que sabemos dónde quedan los cuerpos faltantes y los nietos que aún quedan por restaurarse.

En 2009, Graciela Fernández Meijide propuso a familiares de militares ya guerrilleros una reducción de sanciones a cambio de información confiable sobre el destino de las víctimas. La idea, compartida por Claudio Tamburrini, ex detenido en la mansión que seré, no prosperó porque, hasta hoy, ninguno quería hablar. ¿Qué memoria completa es posible si los que saben en silencio?

Además, ¿cómo se explica que aquellos que afirman defender la memoria 24 horas después de esta propuesta, ordenan a las carreteras nacionales que destruyan la estatua de Osvaldo Bayer en Santa Cruz, un historiador que documentó la represión en la Patagonia en 1920 y fue investigador de los años terroristas. Un país que borra sus símbolos de memoria no busca justicia, sino olvida.

Sueño con un argentino unido en los temas esenciales que hacen nuestra coexistencia. Y en ese sueño, incluyo a aquellos que piensan de manera diferente, porque la democracia se fortalece en la disidencia. Feliz aquellos que sueñan sueñan y están dispuestos a pagar el precio para hacerlos realidad.

Diputado nacional de UXP.

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