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Los científicos afirman haber revivido el “lobo terrible”, que se había extinguido hace más de 10,000 años

Todavía no dieron detalles de cómo realizaron el procedimiento. Hay tres copias que fueron bautizadas Romulo, Remo y Khaleessi.

Los científicos de la compañía de biotecnología colosal biopiencias afirman haber revivido el mítico “terrible lobo”, una especie extinta hace más de diez mil años. El logro, que publicó Time Magazine, se realizó a través de la ingeniería genética y es el lobo gigante que se conoció en la serie “Game of Thrones”.

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Colossal hizo el anuncio a través de la red social X y hasta ahora no reveló los detalles sobre cómo han creado estos animales y cuánto se parecen a los verdaderos lobos terribles. Tampoco se revisó ningún estudio científico revisado por expertos independientes, un estándar de calidad esencial en la ciencia.

Los científicos, de acuerdo con lo que fue publicado por el tiempo, habrían dejado para una reconstrucción del genoma del animal extinto y luego editaron las células de lobo gris para coincidir con la del canido perdido. Varias perras comunes gestaron y dieron a luz con éxito a tres especímenes, Romulo, Remo y Khaleesi. Estos lobos se encuentran en una reserva de animales cuya ubicación no se ha revelado para protegerlos de la atención pública.

“Conoció a Romulo y Remo, los primeros animales resucitados de la extinción. El terrible lobo, perdido en la historia más de 10,000 años, ha regresado. Renacivados el 1 de octubre de 2024, estos cachorros extraordinarios fueron devueltos a la vida gracias al viejo ADN extraído de restos fosilizados”, dice el puesto en X publicado por Colosal.

Conocido por su robustez y fauces capaces de aplastar huesos, desapareció al final del Pleistoceno, alrededor de 12 mil a 13 mil años, víctima de cambios climáticos y la extinción de su presa megafauna. Este animal vivía en Estados Unidos, incluso en Argentina.

La creación de estos animales se habría realizado en base al ADN extraído de un diente de lobo gigante de hace 13,000 años y un cráneo de hace 72,000 años. Habrían identificado 20 diferencias clave en 14 genes responsables de características distintivas del lobo gigante, como su tamaño más grande, un 20% más grande que los lobos grises, la piel blanca, la cabeza más ancha, los dientes más grandes, los hombros más poderosos y las piernas más musculosas.

Este logro no solo parece marcar un hito en la ciencia, sino que revela a un depredador icónico que una vez dominó a las Américas, desde las llanuras de América del Norte hasta las pampas argentinas.

“Deberíamos darnos la oportunidad de ver qué pueden hacer nuestros grandes cerebros para revertir algunas de las consecuencias negativas que ya hemos causado al mundo”, dijo Beth Shapiro, directora científica de Colossal. “Escuchar el primer aullido de Romulo y Remo fue como retroceder en el tiempo. Es un sonido que no se ha escuchado durante milenios”, dijo Ben Lamm, CEO de Colossal Biosciences.

Hasta ahora es un enigma cuán similares son los tres lobos nacidos con respecto a los verdaderos lobos terribles (lobos directos). El punto de partida de la “sextinción” del lobo gigante fue la extracción de glóbulos extraídos a un lobo gris. Los investigadores publicaron el genoma de estas células para modificar 14 genes. Luego introdujeron el núcleo de las células editadas en óvulos previamente vaciados de su contenido genético y les permitieron crecer en el laboratorio hasta que se obtengan 45 embriones.

Continuando con la explicación publicada por el tiempo, estos embriones fueron implantados en dos perras. Cada uno de ellos dio a luz a un cachorro en octubre pasado. El mismo procedimiento se repitió en el caso de la tercera copia, Khaleesi. La compañía responsable se asegura de que el comportamiento de los tres cachorros sea característico de los lobos, y no de los perros.

El objetivo de Colossal es eliminar el gigantesco, el tigre de Tasmania y otras especies utilizando vientres de animales actuales. En el caso del gigantesco, sería comenzar desde las células de elefante para incluir algunos de los cambios genéticos característicos del gigantesco y usar elefante como vientres de alquiler para gestar a los jóvenes. No está claro que esta operación sea viable y, sobre todo, el animal resultante no sería un gigantesco lanudo como los que habitaban la tierra hace miles de años. La otra gran aplicación de esta tecnología sería preservar las especies actuales en peligro de extinción.

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