La noche de arte más importante en español

En una industria global que aún lucha por equilibrar la visibilidad y la diversidad, los premios Platinum surgen como una de las plataformas más poderosas para el cine y las series en español y portugués. Este domingo 27 de abril, en el Palacio Municipal Ifema en Madrid, la duodécima edición de esta celebración que reúne figuras de 23 países. Más que una gala de premios, es un gesto simbólico y concreto que afirma el poder cultural de América Latina y su capacidad para contar historias que trascienden las fronteras. Es, como dice Rafael Sánchez, portavoz y jefe de relaciones institucionales de los premios, “la gran noche en la que cada América Latina celebra la grandeza de su cultura y su audiovisual”.
PARTIDA. La gira de premios Platinum comenzó en 2014, cuando todavía eran una apuesta arriesgada. Desde entonces, se han establecido como un evento esencial del calendario cultural, capaz de competir en impacto con las ceremonias de mayor tradición. En un panorama donde la circulación de las películas ibero -estadounidenses enfrentó barreras de distribución y baja visibilidad fuera de sus fronteras, el nacimiento de estos premios significó una respuesta estratégica: generar una instancia que no solo recompensa, sino que también hace que viajar al cine, proyectarlo, ponerlo en la boca del público y crear una imagen común. Y tuvieron éxito. Hoy, los premios Platinum se transmiten en más de 20 canales de televisión y alcanzan una audiencia potencial de cientos de millones. La incorporación este año de Telemundo para la transmisión en los Estados Unidos es una muestra de su creciente proyección.
La gala de esta noche no es simplemente un cierre estacional. Es, en las palabras de Sánchez, “el espacio común que ya hemos consolidado y que nos permite al talento ibero -estadounidense en el mundo con la prominencia que merece”. Y esta prominencia se construye a partir de la diversidad: a partir del argentino de El Jockey, por Luis Ortega, que compite con nueve nominaciones, hasta la nueva adaptación de Pedro Páramo por Netflix, a través de producciones brasileñas, chilenas, peruvianas y colombianas. En total, se nominaron 35 películas y 9 series, evidenciando una rica producción en estética, números y voces. Pero también una red de industrias que, con esfuerzo y muchas veces sin los grandes presupuestos de Hollywood, logran piezas de una enorme calidad.
Estos no les gustan los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Es por eso que molesta a quienes creen que son los dueños de la verdad.
El impacto de estos premios no es solo simbólico. Según los datos más recientes, la edición 2024 generó un impacto publicitario de 261 millones de dólares, una cifra que habla de su poder para aprovechar al talento visible y multiplicar oportunidades. Desde su segunda edición en Marbella, cuando el impacto económico apenas se midió, hasta hoy, los Platinums se han convertido en un motor de promoción y legitimación internacional. Es por eso que las figuras de calibre de Pedro Almodóvar (la habitación contigua), Walter Salles (todavía estoy aquí), o el propio Luis Ortega, encuentre en esta ceremonia un espacio legítimo para la consagración y el encuentro.
El platino también permite que los gestos que trasciendan lo artístico para subrayar lo social. El Platinum of Honor de este año se entregará a Eva Longoria, en reconocimiento no solo a su carrera de cine y televisión, sino también de su incansable trabajo con la comunidad latina. En un contexto global donde la representación sigue siendo un problema urgente, Longoria encarna el valor de la visibilidad, el compromiso y el orgullo de identidad. Su homenaje en la Gala representa una declaración política sobre el tipo de voces que la industria latinoamericana desea celebrar y amplificar.
La celebración deseada
JMD
Uno de los mayores logros de Platinum ha sido los puentes entre los países participantes. Como explica Sánchez: “La simbiosis de dos países ayuda a que la película sea tremendamente rica en términos culturales y patrimoniales”. La consolidación de una identidad audiovisual ibero -estadounidense no solo pasa por un idioma, sino por una voluntad política y estética para construir historias comunes, con sus propios objetivos pero convergentes: hablar sobre nosotros mismos con el mundo.
Más allá de los premios, el verdadero valor de esta noche está en su función como un escaparate. La Gala del 27 de abril es The Great Showcase: que una producción gana un platino no es solo una distinción: es una herramienta para continuar existiendo, viajando y resonando. Y también es una señal clara para plataformas de transmisión, distribuidores, festivales y medios: hay cine y series con voz, con una mirada, con raíz.
En tiempos en que las industrias culturales enfrentan profundas transformaciones, por inteligencia artificial, crisis económicas, concentración de medios, estos premios actúan como un acto de resistencia y celebración. Resistencia porque afirman la necesidad de continuar produciendo desde el sur global con su propia perspectiva. Hoy, cuando las luces se enumeran en Madrid y las cámaras se activan, no se ocupará de nombres y estatuillas. Será, una vez más, el momento de recordarnos que el cine y la serie ibero -estadounidense son mucho más que entretenimiento: son archivos culturales, historia política, ejercicio de belleza, verdad y comunidad. Los premios Platinum no recompensan a una industria. Recompensan una forma de ver y contarle al mundo.