El Parlamento emitió una declaración por la muerte del Papa Francisco

La legislatura de Buenos Aires expresó su “dolor profundo” por la muerte del Papa Francisco, quien murió a los 88 años en el Vaticano. A través de una declaración conjunta, el parlamento de la ciudad honró a Jorge Mario Bergoglio. Hicieron hincapié en que su papado dejó “una huella indeleble” en Buenos Aires, donde nació y formó, y también en el mundo. La declaración fue firmada por los jefes de todos los bloques, excepto el frente izquierdo.
El mensaje oficial subrayó su compromiso con el diálogo interreligioso y la reforma de la iglesia
Los legisladores destacaron su “compromiso con el diálogo interreligioso” y el impulso de las reformas dentro de la curia romana. Afirmaron que Francisco promovió una profunda transformación en la iglesia, con un aspecto cercano y moderno.
También enfatizaron que él fue el primer papa argentino, el primero del hemisferio sur y el primer jesuita en ocupar esa posición. Hicieron hincapié en que su elección marcó una ruptura histórica en la Santa Sede, después de siglos de tradición europea.
El mensaje destacó su esfuerzo constante para promover la paz y la comprensión entre las personas. “Francisco siempre trabajó para acercar las posiciones, independientemente de los credos o las ideologías. Su palabra era una guía y comodidad en tiempos difíciles”, dijeron.
La legislatura de Buenos Aires destacó el legado del Papa Francisco
Como tributo, la legislatura jugó tres campanas de duelo y anunció que su fachada se encenderá con los colores del Vaticano: amarillo y blanco.
Firmaron el mensaje Clara Muzzio, presidenta de la Legislatura; Matías López, primer vicepresidente, y Matías Lammens, segundo vicepresidente. También se adhirieron a Graciela Ocaña, Darío Nieto, Claudia Neira, Manuela Thurte, Edgardo Alifraco, Pablo Donati, Jessica Barreto, Yamil Santoro, Pilar Ramírez, Eugenio Casieles y otros representantes de bloques.
La muerte del Papa Francisco fue confirmada por la oficina de prensa del Vaticano. El pontífice supremo murió mientras dormía en su residencia en Santa Marta, por un derrame cerebral. Tenía antecedentes de neumonía, hipertensión, diabetes tipo II y una condición pulmonar crónica. Su partida deja un vacío profundo en millones de fieles. La Ciudad de Buenos Aires lo descarta con respeto, recordando su herencia de fe, diálogo y reforma.