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El gobierno busca un acuerdo comercial con los Estados Unidos

Después de formalizar el final del tipo de cambio y sellar un nuevo acuerdo con el FMI, el gobierno argentino se prepara para dar otro paso en su estrategia de inserción internacional. En la Casa Rosada trabajan para finalizar una negociación directa con los Estados Unidos, con el objetivo de reducir los aranceles y avanzar hacia un eventual acuerdo de libre comercio, en el marco de la guerra comercial que promueve la administración de Donald Trump.

La estrategia del ejecutivo se basa en la afinidad ideológica y política entre Javier Milei y su pareja de América del Norte. Los funcionarios del entorno presidencial consideran que esta relación puede convertirse en una ventaja clave en los tratamientos que están llegando. Esto se refleja en reuniones de alto nivel que ya realizan el ministro de Asuntos Exteriores, Gerardo Werthein, con funcionarios del Departamento de Comercio y la Oficina del Representante Comercial.

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– Totocaputo (@luiscaputar) 12 de abril de 2025

Ventaja de tiempo

El gobierno interpreta que, siendo uno de los primeros países en solicitar formalmente la negociación bilateral, Argentina podría acceder a mejores condiciones en la distribución de las excepciones arancelas. “Estados Unidos primero alcanzó altas tarifas y ahora se regula de acuerdo con el comportamiento de cada país. Estamos en la mejor posición para sentarnos a negociar”, dicen en Balcarce 50.

Los primeros contactos fueron positivos. En los últimos días, Milei celebró públicamente la reunión de Werthein con Howard Lutnick y Jamieson Greer, funcionarios clave del comercio exterior estadounidense. Lo hizo a través de las redes sociales, en un mensaje que despertó especulaciones sobre el alcance real del enlace diplomático.

Mercosur, un trabajo pendiente

Sin embargo, la concreción de un tratado bilateral no será simple. Las reglas de Mercosur limitan la posibilidad de avanzar en los acuerdos de libre comercio fuera del bloque. En el gobierno admiten que “no es fácil irse” del esquema regional, pero insisten en que es necesario encontrar mecanismos de flexibilidad.

El Ministerio de Relaciones Exteriores ya ha elevado este puesto en la última reunión del bloque regional, celebrado el viernes en el Palacio de San Martín. Allí, no reiteró la solicitud de Argentina de expandir la lista de excepciones a la tarifa externa común y acelerar la modernización de Mercosur.

En las oficinas oficiales consideran que Paraguay y Uruguay estarían dispuestos a acompañar una apertura gradual, mientras que Brasil sigue siendo el principal obstáculo. “Mercosur fue diseñado para proteger la industria de Paulista. Siempre han sido reacios a hacer flexibles”, argumentan cerca de Milei.

Un préstamo estadounidense en negociación

Otro frente del diálogo con la administración Trump es el financiero. El próximo lunes, el Secretario de Tesoro de los Estados Unidos, Scott Besent, visitará Buenos Aires para reunirse con Milei y Luis Caputo. La agenda incluirá, además de cuestiones técnicas vinculadas al FMI, la posibilidad de permitir un crédito directo del tesoro estadounidense que funciona como un complemento del acuerdo de instalaciones extendidas.

El objetivo del ejecutivo es claro: reforzar las reservas del banco central y apoyar la transición al nuevo régimen de flotación de intercambio, dentro de un corredor de banda móvil que va de $ 1,000 a $ 1,400.

El diálogo con Washington se presenta como una pieza central del esquema de relaciones exteriores del gobierno. Con Trump como aliado estratégico y un frente externo en disputa, el ejecutivo está entusiasmado con un nuevo marco comercial e inversiones que dinamiza las exportaciones y fortalece la estabilidad macroeconómica.

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