Crimen de Magalí: arrestaron a un sospechoso y buscaron al empleado doméstico y a su esposo

La causa que investiga el brutal asesinato de Magalí Yael Levy, el viernes de 28 años que fue encontrado asesinado el viernes 7 de marzo en un edificio en el vecindario Recoleta, avanzó en las últimas horas con el arresto del primer sospechoso: un joven paraguayan de 20 años que fue capturado en el país vecino, en la ciudad de San Pedro del Paraná, en el departamento de Itapúa.
El acusado fue identificado como Iván Giménez González y es el hermano de Elcira Giménez González (26), empleado doméstico de la víctima y principal sospechoso en el caso.
La mujer tiene una solicitud de captura internacional, así como su pareja, Sixto Fabián Araujo Amarilla (30), el hombre que supuestamente ingresó al departamento de la calle Sánchez de Bustamante en 1200, donde Magalí vivía con su esposo y sus dos hijos.
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Los investigadores pudieron identificar a los presuntos autores basados en las cámaras de seguridad del vecindario y los datos proporcionados por el entorno familiar de la víctima. Por lo tanto, pudieron determinar que Elcira habría sido quien abrió la puerta al delincuente: su esposo, para robar en la casa de Magalí.
Como se sospecha, el empleado doméstico especuló que iba a estar solo porque esa mañana su patrón llevó a sus hijos temprano a la escuela y no estaba en sus planes para regresar al departamento. Lo que creen es que cuando regresó y descubrió que estaban robando, la mataron para que no los regalara.
La operación de la autopsia reveló que Magalí fue golpeado y asesinado como resultado de un “mecanismo de doble asfixia con una bolsa en la cabeza y colgando con fractura del hueso hioides”. El informe médico forense también explicó que la víctima estaba “atadas a las manos y los pies” y que trató de defenderse del ataque. Los delincuentes agitaron todo el lugar, tomaron el teléfono celular de Magalí y comenzaron la caja fuerte de la pareja, que estaba incrustada en una pared.
Después de cometer el asesinato, y dada la relevancia que tomó el caso, los dos presuntos autores decidieron escapar a Paraguay. Giménez González fue el primero en salir del país: se fue tres días después del crimen. Su hermano y su hermano, por otro lado, dejaron Argentina una semana después.
Las fuentes del caso indicaron que “se analizaron los videos y las imágenes obtenidas de diferentes cámaras en el área, además de tener varias medidas de geolocalización, apertura de antenas y retirada cruzada de llamadas entrantes y salientes”.
Además, “la exploración de las redes sociales, se tomaron diferentes testimonios y se tomaron redadas y diferentes tareas de inteligencia con el objetivo de localizar a los sospechosos”.
Giménez González fue arrestado en una megaoperatoria llevada a cabo conjuntamente por cinco fuerzas de seguridad: Interpol, la Dirección General de Inteligencia Policial y el Departamento de Departamento de Disposición y Antisextorsión (DAS) de Paraguay, el lado y la Dirección General de Articulación Operacional e Investigaciones de la Policía Federal Argentina (PFA).
Las tropas allanaron dos casas, secuestraron un camión Renault Duster, dos teléfonos celulares, efectivo de varios países, ropa (incluida una camisa de río) y zapatos deportivos. Según las prendas, serían los mismos que los presuntos autores usados al cometer el crimen.
El principal comisionado Nimio Abel Cardozo Espínola, jefe del Departamento de Spring Anti, detallado al periódico paraguayo ABC que Giménez González y la pareja eran parte de una organización criminal que ofrecía servicios de limpieza del hogar, pero que en realidad era una fachada para hacer inteligencia y luego robar a los dueños.
Según los medios locales, el único detenido hasta ahora habría reconocido frente a las autoridades paraguayas su participación en el caso. Además, les habría dicho que él y su hermana integraron un clan familiar que ayudó a casas y departamentos.
“El detenido será extraditado a Argentina y continuamos buscando a su hermana y su pareja, que estarían involucradas en el crimen”, dijo el comisionado adjunto Javier Jiménez, de Interpol, a la Media Nación de Paraguay.
También destacó la participación de los servicios de inteligencia de Argentina. “Este sistema se movió para que podamos llegar a San Pedro del Paraná. Hemos realizado dos redadas en las que podríamos recolectar pruebas muy importantes en el caso. En el lugar donde encontramos el automóvil con el que abandonaron el país, la ropa que solían cometer el asesinato”, dijo.
Giménez González se encuentra actualmente en la estación de policía de Encarnación, a pocos minutos de la frontera con Argentina, donde en caso de que las sospechas serán juzgadas y acusadas del crimen de homicidio criminis causae, que proporciona una multa única a la cadena perpetua.
“Sorprendido”
LN
Magalí Levy tenía 28 años y dos hijos. Vivió con su pariente en un edificio en el barrio de Recoleta de Buenos Aires. Ella era de la comunidad judía y estaba casada con Alberto Yoel Arazi.
Estudió el título en relaciones laborales en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ella era estudiante y maestra de la escuela Martín Buber, en el vecindario de Palermo.
Su inesperada muerte despertó un fuerte dolor en la comunidad.
El día en que se conocía la noticia, el rabino de Amia Eliahu Hamra dijo que el crimen lo conmovió.
“Estamos conmocionados por el asesinato de Magalí Yael Levy Zl, de 28 años, en el vecindario Recoleta. Abrazamos a su esposo, Alberto Yoel Aazi; su padre, Adrián León Levy, y su madre, Ileana Emilia Chayo, en cuanto a todos sus parientes en este momento de tanto dolor”, publicó en sus redes sociales.
En nombre de la comunidad, Hamra exigió “las autoridades la aclaración y castigo inmediatos a los responsables de esta atrocidad”.
Los restos de la niña fueron velados el día después de su asesinato en la Corrata de la Amia en la calle Loyola a las 1100.