Carlos Tevez cumple 39 años: la historia de Segundo, su padre adoptivo
Carlos Tevez, uno de los futbolistas más queridos y respetados de Argentina, celebra hoy sus 39 años. Aunque siempre fue conocido como “Carlitos”, su historia y su apellido son mucho más profundos de lo que parecen a simple vista. Antes de ser el famoso Tevez, Carlitos era Carlos Alberto Martínez, el nombre que recibió al nacer el 5 de febrero de 1984. Sin embargo, su vida cambiaría drásticamente gracias a una figura clave: su tío Segundo Tevez, quien asumiría el rol de padre antes de que Carlitos cumpliera un año de vida.
Desde pequeño, Carlitos enfrentó circunstancias difíciles. Su padre biológico, Juan Cabral, falleció trágicamente en un tiroteo en el barrio de Fuerte Apache antes de que él naciera. Su madre, Fabiana Martínez, le otorgó su apellido al inscribirlo, pero su situación familiar era inestable. Fue entonces cuando su tía Adriana y su esposo, Segundo Tevez, decidieron intervenir. A pesar de las dificultades económicas, Segundo asumió el rol de padre, adoptándolo y brindándole el apellido que lo acompañaría toda su vida.
La influencia de Segundo Tevez en la vida de Carlitos
Segundo Raimundo Tevez, o simplemente “El Gordo” como era conocido en su entorno, era un trabajador incansable que vivía en el humilde barrio Ejército de los Andes, en Ciudadela, comúnmente llamado Fuerte Apache. Este barrio, compuesto por edificios de estilo monoblock, es conocido por sus desafíos sociales y presencia de delincuencia. Pero Segundo, a pesar de las adversidades, siempre sostuvo una ética firme basada en el trabajo honesto y en valores sólidos, creyendo que el estudio y el esfuerzo eran el camino para salir adelante.
Para Carlitos, Segundo no fue simplemente su “tío”; él fue su verdadero padre. Como maestro mayor de obras, Segundo trabajaba en la construcción y la albañilería. Aunque su salario apenas alcanzaba para cubrir las necesidades de su familia, jamás dudó en asumir la responsabilidad de criar a su sobrino cuando lo necesitó. Segundo y Adriana decidieron proteger a Carlitos después de un terrible accidente: siendo apenas un bebé, Carlitos sufrió graves quemaduras por agua caliente, y sus tíos consideraron que regresar con su madre biológica no era seguro para él.
Un legado de valores
La vida en Fuerte Apache no era fácil, pero Segundo se aseguró de transmitir a Carlitos la importancia de la disciplina, el esfuerzo y el respeto. Segundo le mostró que, a pesar de las adversidades, la honestidad y el trabajo eran los pilares fundamentales para una vida digna. Este ejemplo moldeó profundamente a Carlitos, quien ha manifestado en numerosas ocasiones su agradecimiento y orgullo hacia el hombre que lo crió como su propio hijo.
Hoy, al cumplir 39 años, Carlos Tevez recuerda el rol fundamental que Segundo Tevez jugó en su vida. Más allá de su éxito en el mundo del fútbol, Carlitos sabe que el legado de su padre adoptivo vive en cada uno de sus logros y valores