La suspensión de la ayuda estadounidense a Ucrania por parte del presidente Trump amenaza con crear graves problemas para Kiev en su guerra contra Rusia, dejando al país más vulnerable a ataques aéreos contra centros de población e infraestructuras clave.

Los expertos predicen que la pausa podría sentirse en cuestión de semanas, dependiendo de su alcance.

“En términos del efecto inmediato en el campo de batalla, esto es malo”, dijo George Barros, un experto en el conflicto entre Ucrania y Rusia para el Instituto para el Estudio de la Guerra.

Barros dijo que la suspensión tendrá “un efecto significativo” que se hará más evidente si la suspensión se extiende hasta el verano, cuando es probable que disminuyan los suministros de municiones. Pero la brecha más grande se sentirá cuando los ucranianos se queden sin interceptores Patriot y otras defensas aéreas de fabricación estadounidense, lo que podría suceder en cuestión de semanas.

“Hay ciertos sistemas y capacidades de nicho que Estados Unidos proporciona a Ucrania y para los que los ucranianos no tienen un análogo, y tampoco los europeos, en particular los interceptores de defensa aérea”, dijo.

El contralmirante retirado Mark Montgomery, miembro de alto rango del grupo de expertos con sede en Washington Foundation for Defense of Democracies, dijo que simplemente no hay sustituto europeo para las municiones de defensa aérea estadounidenses, como los interceptores Patriot y los misiles aire-aire avanzados de alcance medio, utilizados para defenderse de los ataques con drones y misiles del Kremlin contra las ciudades. Tampoco hay un reemplazo fácil para las armas de ataque de largo alcance, como HIMARS y ATACMS, que las tropas ucranianas han utilizado para atacar objetivos justo al otro lado de la frontera con Rusia.

“Su infraestructura crítica está siendo golpeada por misiles de crucero y balísticos”, dijo Montgomery. “Sin estos sistemas de armas, más material ruso impacta, más infraestructura se daña. Sin el ataque de largo alcance, Rusia puede establecer contacto con el enemigo más rápidamente y con menos riesgo. Esta [paralización] empeora las cosas”.

Jennifer Kavanagh, miembro de alto rango y directora de análisis militar en Defense Priorities, dijo que una vez que las defensas aéreas sean destruidas, “obligará a Ucrania a tomar decisiones. ¿Defienden la central eléctrica? ¿O defienden su centro de F-16 en el terreno? … Ahí es donde se sentirá primero el apuro”.

El lunes, Trump ordenó a su administración que “pausara” toda la ayuda militar a Ucrania luego de una polémica reunión en la Oficina Oval con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky la semana pasada. Trump ha estado aumentando la presión sobre Kiev para que firme un acuerdo crítico sobre minerales para devolver la asistencia estadounidense y aceptar concesiones importantes hacia un acuerdo de paz con Rusia.

“El presidente ha sido claro en que está enfocado en la paz. Necesitamos que nuestros socios también se comprometan con ese objetivo”, dijo un funcionario de la Casa Blanca en un comunicado. “Estamos haciendo una pausa y revisando nuestra ayuda para asegurarnos de que está contribuyendo a una solución”.

Los republicanos del Senado, que generalmente son agresivos con Ucrania, defendieron el martes la medida de Trump como una táctica de negociación, prediciendo que no duraría mucho.