Después de un tenso enfrentamiento con el presidente estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca la semana pasada, la imagen de cálida bienvenida que se pretendía dar a Volodymyr Zelenskyy en Bruselas quedó clara.

Al entrar en la cumbre de la Unión Europea flanqueado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, la llegada del presidente de Ucrania fue una visión de unidad.

Zelenskyy, quien fue reprendido en Washington por supuesta ingratitud, se esforzó por expresar su agradecimiento a los líderes europeos esta vez.

“No estamos solos. Estas no son solo palabras, lo sentimos”, dijo.

Von der Leyen habló de un “momento decisivo” para Europa y Ucrania.

“Europa enfrenta un peligro claro y presente, y por lo tanto Europa tiene que ser capaz de protegerse, defenderse, tenemos que poner a Ucrania en una posición para protegerse y presionar por una paz duradera y justa”, dijo a los periodistas.

Pero a pesar de todas las sonrisas y los firmes apretones de manos, mientras los líderes de la UE se reunían el jueves por la noche para discutir cómo aumentar masivamente su gasto de defensa y cómo ayudar a Ucrania después de que Estados Unidos suspendiera la ayuda militar y financiera, los acontecimientos alarmantes del mundo exterior seguían acumulándose.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia rechazó una propuesta de alto el fuego apoyada por Ucrania, Francia y Gran Bretaña en los últimos días, y el Kremlin acusó al presidente francés Emmanuel Macron de belicismo. Macron había tratado de generar un debate sobre si las armas nucleares francesas podrían servir como elemento disuasorio para otros países de la UE, mientras Estados Unidos, que tiene alrededor de 100 ojivas estacionadas en el bloque, se desvincula.

Mientras tanto, Trump volvió a cuestionar si Estados Unidos defendería a los miembros de la OTAN si fueran atacados, que es la promesa central de la alianza militar occidental.

“Si no van a pagar, no vamos a defender”, dijo Trump, castigando a los miembros de la alianza que no cumplen con el objetivo de gastar el 2% del producto interno bruto en defensa.

A pesar del aparente cambio de postura de Estados Unidos respecto de Ucrania, los líderes europeos siguen pidiendo públicamente una cooperación transatlántica y trabajando para cambiar la situación. Zelenskyy señaló el jueves que podría mantener nuevas conversaciones con Estados Unidos la semana próxima, y ​​todavía hay esperanzas de que Estados Unidos pueda suavizar su postura hacia Europa.

No obstante, los países de la UE también están considerando seriamente cómo se las arreglarían sin que Estados Unidos garantice su seguridad por primera vez en décadas.

El jueves, los 27 líderes dieron luz verde a la Comisión Europea, el poder ejecutivo de la UE, para avanzar con un plan para recaudar cerca de 800.000 millones de euros (870.000 millones de dólares) de inversión adicional en defensa en la UE en los próximos años.

A principios de esta semana, von der Leyen propuso suspender parte de las estrictas normas fiscales de la UE para dar a los gobiernos nacionales más espacio para gastar en defensa, establecer un nuevo instrumento de préstamo de 150.000 millones de euros para apoyar las adquisiciones conjuntas entre los estados miembros de la UE, reasignar fondos del presupuesto de la UE y movilizar más capital privado.

Según el plan, la mayor parte del dinero procedería de los estados miembros, que podrían asumir más deuda de lo habitual, en concreto para gastos de defensa, sin verse penalizados.

La Comisión Europea seguirá trabajando en la propuesta jurídica propiamente dicha antes de otra cumbre a finales de este mes.