El juez Casanello envió a Belliboni a juicio por extorsionar a los beneficiarios de los planes sociales

El juez federal Sebastián Casanello planteó al líder del Pole Obro, Eduardo Belliboni al juicio oral y público, en el caso en que es procesado por extorsionar a los beneficiarios del plan para mejorar el trabajo y decepcionar al Estado Nacional en la administración de fondos públicos.
La decisión incluye a otras 17 personas que enfrentarán la administración fraudulenta en detrimento de la administración pública, amenazas coercitivas y extorsión. El siguiente paso será el sorteo del Tribunal Federal Oral de Comodoro Py que llevará a cabo el juicio.
Eduardo Belliboni durante una protesta
Casanello también citó investigar a un grupo de personas acusadas de tener sociedades armadas utilizadas para emitir facturas apócrifas vinculadas a la maniobra.
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En su solicitud de elevación al juicio, el fiscal federal Gerardo Policita dijo que: “La investigación ha revelado una compleja matriz criminal que durante años aprovechó las necesidades de un sector social amplio de una naturaleza vulnerable de nuestro país, que les permitió ejercer ilegítimamente poder sobre aquellos con vistas a manejarlos de acuerdo con sus diseños y obtener dinero, utilizados en las propias y terceras partes”.
Según el fiscal, el líder de la piquetero actuó como el “jefe” de esa organización.
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Además de Belliboni, otras 17 personas fueron enviadas a juicio oral: María Dotti, Mariano Centanni, Erica Lubenfeld, Iván Ortíz, Ezequiel Coego, Gianna Puppo, Elizabeth del Carmen Palma, Jeremías CANTERO, IVÁN CONDOTTI, GUSTAVO VÁSQUEZ Iramain, Brisa, Brisa, Brisa. Choque, Elizabeth Galindo Mamani, Roberto Albornoz, Gloria Estrada y Rossmery Grande Arancibia.
La defensa de Belliboni y otros acusados había solicitado la nulidad de enviar a juicio, argumentando que se hizo fuera de plazo, que el fiscal había sido impugnada y que la intervención del Ministerio de Capital Humano fue cuestionada como demandante. También negaron los hechos atribuidos.
Edurado belliboni
“El estado no vio sus activos ni dañó los intereses seguros a través de los acuerdos desde que se llevaron a cabo los beneficios comprometidos”, dijeron.
Sin embargo, Casanello rechazó las propuestas. En su resolución, dijo: “Después de analizar las oposiciones formuladas, advierto que los argumentos descritos por los abogados han fallado en los acusados”.
Juez Federal Sebastián Casanello
Quejas, testigos protegidos y redadas
La causa comenzó en diciembre de 2023, durante los primeros días del Gobierno de Javier Milei, cuando el Ejecutivo permitió la línea 134 del Ministerio de Seguridad recibir quejas anónimas contra organizaciones sociales que supuestamente obligaron a sus beneficiarios a participar en marchas.
Después de varias quejas, el gobierno presentó una causa en Comodoro Py que quedó a Pollicita y Casanello. En el archivo, se incorporaron cinco testimonios protegidos y se llevaron a cabo redadas en la sede del Pole Obrero y otras casas, donde se secuestraron computadoras, cuadernos y documentación clave.
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Según Justice, el polo laborista y la cooperativa de trabajo The Glow recibieron $ 361,087,500 para solicitar proyectos productivos, laborales y comunitarios. Sin embargo, gran parte de esos fondos se habrían administrado de manera incorrecta.
“Hicieron el estado en la responsabilidad a través de facturas falsas, gastos no existentes simulados, usaron compañías ficticias y recurrieron a cheques para ocultar el destino real del dinero”, dijo Casanello.
Además, señaló que una parte de los fondos nunca se convirtió en el ministerio.
El papel de Belliboni en las maniobras
El líder social está acusado de firmar facturas y recibos falsos, y presentar cheques a compañías distintas a las registradas para justificar los gastos. También habría firmado declaraciones juradas falsas ante el antiguo Ministerio de Desarrollo Social, donde declaró que los fondos se usaron “para el objeto solicitado” cuando, en muchos casos, las operaciones registradas nunca existieron.
Otro de los ejes de la acusación es el uso de la coerción y las amenazas para condicionar el acceso a los planes sociales para participar en marchas y actividades políticas. En las redadas, se encontraron cuadernos con anotaciones como “no comer” o listas de personas que no asistieron a las movilizaciones.
La Oficina del Fiscal también señaló contra Emilio Persico, ex funcionario del Ministerio de Desarrollo Social durante el Gobierno de Alberto Fernández y la referencia para los vecindarios. Dos miembros de esa organización también fueron enviados a juicio.
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Según Pollicita, el desvío de fondos fue posible debido a la colusión de funcionarios públicos que omitieron controles adecuados: “Durante años, el antiguo Ministerio de Economía Social entregó fondos en procesos plagados de irregularidades, omitiendo deliberadamente para controlar su verdadero destino”.
Belliboni fue investigado en junio de 2023. Durante su declaración de tres horas, negó las acusaciones, explicó la operación interna del polo Obrero y entregó tres bibliotecas de documentación para apoyar su defensa. Afirmó que las contribuciones eran voluntarios, que las compañías estaban autorizadas por AFIP y responsables de ese organismo por no controlar.
Además, criticó al gobierno: “Solo esta causa comienza con la campaña anti -Piker y de estigmatización que el gobierno comenzó el 20 de diciembre”.
Durante la investigación, su defensa, encabezada por la abogada Liliana Alaniz, denunció criminalmente el fiscal por presuntas filtraciones y se opuso a que no se aceptó pruebas ofrecidas por la defensa.
De/ff